miércoles, 7 de noviembre de 2012

lunes, 5 de noviembre de 2012

POLIGRAFÍA SOCIAL: UNA MANERA DE PRODUCIR CONOCIMIENTO A PARTIR DEL RECONOCIMIENTO.


Álvaro Velasco
[1] Intervención en el Seminario Taller “Pensamiento Propio, Universidad y Región”. Maestría en Etnoliteratura/Instituto Andino de Artes Populares - IADAP, Universidad de Nariño, Pasto, septiembre de 2010.


Agradeciéndole mucho a la Universidad; al señor Vicerrector aquí presente; a mi amigo y compañero solidario de siempre, Dumer; a los compañeros solidarios, que nos hemos reunido acá, no sólo son los que han hablado, sino  otros muchos.

El título que le he dado a este aporte que vengo a hacer, al asunto del pensamiento propio, está recogido en un papel, en un documento que espero tengan todos ustedes, y que lleva ese título: POLIGRAFÍA SOCIAL. UNA MANERA DE PRODUCIR CONOCIEMIENTO A PARTIR DEL RECONOCIMIENTO.

¿Poligrafía por qué? Poligrafía porque partimos de la base de que todos los seres humanos, independientemente de que sean alfabetos o  no alfabetos, de que hayan ido a la escuela o no, todos son capaces, todos han hecho grafías, han contado su historia, han imaginado, han tenido una experiencia muy importante para cualquier proceso de reconocimiento; voy a referirme más adelante, a como esa otra manera de ver, esa otra manera de representar, esa otra manera de imaginar, esa otra manera de dar símbolos y convenciones al mundo que nos rodea, es tan importante; y cómo, si se reúne a la comunidad, a la gente, a la comunidad universitaria, para que autónomamente represente, imagine, piense, entonces se genera también un asunto que me parece a mí fundamental de esta conversación; yo creo que no hay pensamiento propio sin conversación, la conversación es la convergencia de distintas versiones de realidad, aprender a conversar es fundamental, la conversación hizo que floreciera en nuestro tiempo un pensamiento propio, nacido aquí, en esta tierra, y no solo entre los indígenas, sino nacido aquí en esta universidad. Egrese aquí, estudié aquí, en una época que en el papel de ustedes van a tener, trato de identificar, de hacer un rango un poco arbitrario, por lo que para mí significa, ese papel es para mí más bien un ensayo, como tiene que ser la reflexión sobre el pensamiento propio, hay que ensayar caminos para entender este problema. Hago un rango desde la publicación de la investigación de otro solidario fundamental: Víctor Daniel Bonilla con, “Siervos de dios y amos de indios”. A finales de los años 60 se publica este libro que es supremamente importante y el rango que yo examino va hasta la constitución del 91, donde las cosas toman otro rumbo, el otro rumbo que toman las cosas no lo califico ni de bueno ni de malo, simplemente hago esa parcelación, digamos, de una experiencia y de una historia para compartirla con ustedes.

Es importante el libro de: “siervos de dios y amos de indios”, por supuesto, porque solo su nombre ya nos revela algo que es fundamental, que pasaba a pocos kilómetros de la Universidad de Nariño; era una violación, realmente sorprendente, la que descubre este libro, pero que nosotros ignorábamos o no teníamos en cuenta. Los siervos de dios, eran amos de los indios, eso también nos hace clic en nuestro pensamiento para pensar en los indios; realmente, en la universidad no se pensaba en ellos, por supuesto, pero allí empieza a generarse una curiosidad que es alimentada por otros fenómenos, por otras circunstancias que en ese tiempo ocurren, los años 60 y los años 70 están llenos de acontecimientos a nivel global, las revoluciones, el auge pues revolucionario. Pasto también tuvo su mayo en el 68, de que tuve la fortuna de participar, y no fue cualquier cosa, es decir, el movimiento que se dio en Nariño en esa época es realmente digno de una investigación más profunda y cuidadosa, porque no fue solo un problema del movimiento estudiantil, fue un  movimiento popular. Los barrios de esta ciudad se movieron, pero también se movió Ipiales y Tumaco y se sentía realmente una agitación, una movilización, un renacer del espíritu nariñense supremamente importante, y en la Universidad  por supuesto, en la Universidad que a pesar de la distancia que hasta ese momento tenía de la realidad, empieza a acercarse, acercarse también gracias a los análisis muy afinados de algunos académicos, generalmente pues, todos referidos al Marxismo, y que nos hacían sentir realmente, que a pesar de desconocer la realidad circundante, había una cosa que sí era indiscutible y que era que, había que enfrentar la injusticia.

Entonces, salimos de la universidad, a encontrarnos con el mundo circundante, no lo encontramos como lo habíamos pensado en la universidad. En la universidad se decía por ejemplo que las comunidades indígenas del sur no existían, que se habían disuelto. Movidos por esa afirmación, nosotros corrimos allá, ¿a qué?, a encontrar a esos campesinos para tratar de organizar con ellos, a vincularlos al torrente del movimiento campesino que en esa época, en los años 70 pues, se dio en este país y que fue supremamente importante, y que fue muy importante también, para el movimiento indígena regional, ese movimiento campesino no puede desconocerse en la importancia que tuvo en esta región y por estos lares.

Salimos pues, con un grupo de amigos, compañeros, a tratar de hacer, de encontrarnos con ellos y a tratar de vincularlos a este proceso de lucha campesina, nuestro problema empieza cuando nuestra comunicación con ellos, si bien tiene unos puntos en que convergen y nos entendemos, también resultan algunas incógnitas, algunas preguntas que no salen de nosotros, me voy a referir a uno muy importante por lo que significa para mí, por el impacto que tuvo en mi vida.

En las comunidades del sur se comentaba, se hablaba, se refería, a un personaje legendario: a don Juan Chiles, pero este personaje realmente, la memoria, la evocación que se hacía, era un poco difusa; evidentemente, la gente que lo recordaba, también tenía sus dudas acerca de su origen y de su propia identidad, a pesar de lo mucho que conservaban de esa tradición, porque la duda es impuesta por el colonizador, las comunidades indígenas tenían un impacto colonizador importante, pero nosotros también en la Universidad de Nariño, éramos también oprimidos por la colonización y Nariño entero vivía la colonización, no solo de las grandes metrópolis, el trato que se le daba a los nariñenses era el mismo que se le daba a los indígenas en el resto del país, así como a un indígena se le dice que no tiene capacidad, que es tonto, que no sabe muchas cosas, a los mismos nariñenses, se los trataba así en muchas partes. De manera que, ese reencuentro de contingentes sociales, que parecen la colonización de su propia mente y de su propia visión de mundo, pero como se va a superar esa colonización, básicamente en lo que a mí respecta, se descoloniza la mente, en la medida en que ese encuentro que se hace por la lucha, por unas reivindicaciones para lograr justicia, para lograr que quienes han padecido tanta opresión y tanta explotación, recuperaren el derecho a vivir en esta tierra con dignidad. Entonces, donde nosotros estamos, en esa relación, aparece don Juan Chiles. Algún grupo de solidarios empieza a tratar de rastrear a este personaje, para saber si realmente hay alguna pista que nos lleve a confirmar su existencia, como efectivamente ocurrió; y entonces, allí viene un hecho fundamental, un hecho fundamental porque para mí lo que va a suceder con eso, es un momento de producción de conocimiento propio, que no existía antes de ese momento, aunque se nutría de la tradición del pueblo indígena que guardaba en su memoria a este personaje. Cuando nosotros llevamos la noticia de su existencia y algunos documentos, era evidente que para la gente eso significaba una excelente noticia sobre ellos mismos, era confirmar que aquella evocación que se hacía no era simplemente por allá quien sabe qué, un desvarío de su imaginación, existía y había sido un luchador, un luchador importante que había reclamado derechos ante la corona y esto conmovía mucho a las gentes y nosotros lo transferíamos como una prueba indiscutible del derecho que tenían estas comunidades a recuperar su tierra, porque esa tierra siempre había sido de ellos.

Cuando estamos en una reunión, recuperando esa memoria, evocando a este personaje, alguien pregunta: ¿y cómo llegaría don Juan Chiles a ser tan sabio? Y recuerdo todavía que un hombre anciano, infortunadamente se me escapa su nombre, pero bastante anciano, que tenía un castellano bastante arcaico, empezó, tomó la palabra, diciendo que él iba a decir por qué Juan Chiles era sabio. Y recuerdo las primeras palabras de esa intervención: “en los tiempos de la corona del rey, cuando este pueblo estaba amenazado de ser desaparecido de la faz de la tierra, entonces, don Juan Chiles, convocó a todos los pueblos del mundo para que vinieran a auxiliar a su pueblo”, -y él en el desvarío que parecía tener, decía-: “y entonces vinieron apoyos de Israel, de todos los pueblos del mundo”, -inclusive nombró Sodoma, Gomorra, y estaba en una especie de exposición delirante, pero en ese delirio, era de tanta fuerza, de tanta emoción, que no se podía detener, y que de alguna manera indicaba, que después del desvarío vendría una revelación como efectivamente pasó, termina esa introducción y luego nos dice que-: “don Juan Chiles era sabio porque sabía tres cosas: la primera, sabia desatar el Quechua; la segunda, conocían perfectamente el libro del rey; y la tercera, sabía labrar a cordel.
Son tres claves fundamentales. Desatar el Quechua es un asunto que no le compete solo a los indígenas, sino a todos los habitantes de este continente, de esta región de los Andes. El Quechua nombró  y ordenó los Andes, descifró los Andes. El quechua es muy importante, no tal vez para volverlo a hablar, pero si interesarse cuando se dice desatar el Quechua, que no quiere decir, volver a aprender una lengua, sino tratar de rescatar todos los significados que están grabados en los nombres de muchas montañas, de muchos ríos, de muchas plantas y de muchas cosas, porque cuando se nombra en cualquier lengua una cosa, no solo es para distinguirla de los demás, sino que también y en algunas lenguas, más que en otras, el nombre también trae información sobre cualidades de lo que se nombra. Entonces el desatar el Quechua se convirtió en un asunto supremamente importante. Pero al desatar el Quechua también estábamos desatando la historia y el origen de este Departamento, la emoción de los indígenas era nuestra propia emoción, era también sentir qué significaba ser nariñense, ser pastuso; porque entonces nos encontrábamos con un pueblo, con una historia y con un pensamiento realmente notable. notable para ellos, notable para nosotros, notable para todos, esas tres cosas de las que se derivaron, hay muy importantes reflexiones que nos llevaron averiguar también sobre la topo línea original de ese territorio, que nos llevaron hacer reflexiones muy profundas para entender el sentido del tiempo de aquella gente; que para el mundo de ellos el volcán Chiles es macho y el volcán Cumbal es hembra, por ejemplo, y todo eso iba dando esa capacidad para desatar esa lengua que había nombrado, que había ordenado ese territorio y que de alguna manera estaba vinculada al florecimiento y a la consolidación de una cultura. Eso puede ser discutido, pero en todo caso esa afirmación en los términos como nosotros la recogimos fue fundamental.
Aquello de los libros del rey, como segundo punto, también importantísimo porque cuando uno padece colonizaciones y está sometido a la voluntad de la administración y de quienes detentan el poder, conocer sus maneras de organizar la sociedad, los derechos que eventualmente reconocen, es fundamental, es fundamental no para hacer de eso una especie de fetiche, como si conocer un código fuera un paso adelante en la recuperación del pensamiento propio, no; puede ser todo lo contrario, pero sí hay que manejar esas leyes, esos estatutos, esos sistemas de regulación de quienes gobiernan, porque si no se manejan, entonces uno puede ser víctima de ellos, como dicen algunos indígenas de la Amazonía, “la ley del blanco es yuca brava pero el veneno se le puede sacar”, y se la puede usar para que transporte el derecho propio, la reivindicación que todo pueblo tiene y la puede transmitir, transferir, darle consistencia para que la oiga el que gobierna y no solo el que gobierna, sino para que la oigan todos, es muy importante esto porque también tiene relación con la reflexión sobre derecho propio.

El derecho propio no solo nace de la tierra y la comunidad como se dijo en aquella época, en una forma muy bella de definir qué es derecho propio, el que se reclama, el que nace aquí, de la tierra, de la comunidad, que se puede profundizar todos los días, porque el derecho, no es sólo el derecho de la gente, es el derecho de esta región, es el territorio, de estos recursos, de estos páramos, de estos ríos, de las lagunas,  porque allí están también como dicen en otros pueblos, los ancestros de este pueblo, que están en su fauna, en su flora, de sus especies nativas, que también hay que tratar de recordar que cada planta es una información importante, en términos de esta circunstancia nuestra, de este espacio nuestro, de esta América tropical; es distinta a la parte de mundo que nos trajo todos sus esquemas y todos su modelos y todas sus sabidurías, decía por ejemplo, según cita un autor que no recuerdo, a don Simón Rodríguez, maestro de Bolívar, dice el autor, trayendo una referencia de simón Rodríguez dice que don Simón Rodríguez afirmaba que la prosperidad de Europa y los Estados Unidos se habían convertido en un gran obstáculo para pensar y educar América, y es interesante ver como lo dice, es la prosperidad de esos pueblos, la que se vuelve obstáculo, porque es la prosperidad la que fascina. Cuando uno dice que esos pueblos explotan, es verdad, pero su progreso fascina, su éxito nos desconcierta y nos llama y, es mucho más perverso quedar atrapado en la fascinación por el progreso de quien progresó en otro lado, en otras condiciones, con otra circunstancia, de otra manera. Entonces, es supremamente importante aquello de entender bien, cuál es el problema de la fascinación, del éxito de los otros, ese éxito nos obliga a copiarlos en sus maneras de pensar, de vestir, de su ciencia, la de fragmentar el conocimiento, todo eso nos viene de allá y todo eso se hace en nombre de la civilización, de la modernidad, del desarrollo, del progreso, de todo aquello; entonces, es supremamente importante.

La tercera clave, labrar a cordel. Obviamente, que quien desata bien, quien conoce, quien profundiza, quien pregunta, no solo a la gente sino pregunta por todo, piensa en todo y en las relaciones que hay entre el territorio biofísico que nos da sustento, la lengua que lo ordena y relaciona a las gentes con ese territorio, las distintas prácticas sociales, el manejo del tiempo. Todo eso es supremamente importante para entender cómo se descoloniza un pueblo, para empezar a tener un pensamiento propio, porque si quiero plantear por lo menos para la conversación, que el pensamiento propio no es un pensamiento que viene de no sé dónde y que está guardado, y que es una sabiduría que no se puede tocar porque alguien se la puede robar; el conocimiento que no se comparte se acaba, el conocimiento que no sirve para la relación con el mundo y con los demás no sirve, no es conocimiento, el conocimiento que permanece ahí aislado de los otros, pues tampoco genera pensamiento,  genera una repetición una reiteración continua de lugares comunes que lo acaban a punta de nombrarlos, se dice tanto acerca de algunas cosas de las culturas ancestrales, que de tanto oírlas ya no quieren decir nada; entonces, en lo fundamental, es que realmente en la relación con el otro, el otro que también necesita descifrar esa región, descifrarse a sí mismo, conocerse  a sí mismo, para poder regularse en el compromiso con los demás, con la región, con el mundo; porque no son los estatutos los que generan una nueva conciencia y una nueva conducta, es el conocimiento de uno mismo y sus circunstancias y de dónde nació y a qué mundo pertenece, entonces se regula uno mismo. Porque uno no tiene necesidad de policía, cuando se ha descifrado su realidad, su gente, su historia, sus acontecimientos, sus problemas, entonces uno simplemente como ser humano entiende qué tiene que hacer y qué debe dejar de hacer o debe evitar, porque se genera una conciencia más ética, sin la cual, cualquier política puede resultar perversa, no solo se produce con un ser, con base en el reconocimiento, sino también en una manera de sentir y de celebrar lo que se conoce y eso genera también como todo descubrimiento de lo bello y de lo justo, genera ética, genera autorregulación.

Allí nos forjamos nosotros afortunadamente, los solidarios no fuimos de un partido, no pensamos igual, no éramos una secta que repitiera cuatro cosas, no, siempre fuimos distintos, amigos. Nos supimos oír, y siempre oíamos con atención a los otros, porque cada uno tiene maneras distintas de ver, propone cosas que son muy importantes, en el caso de María Teresa, por ejemplo, viniendo de otras tierras, veía  en este país cosas que uno no las ve, porque las tiene a mano y no las ve, y las preguntas y las reflexiones que se proponían eran muy interesantes, y por supuesto, sabíamos que era más lo que ignorábamos que lo que conocíamos sobre esta región, sobre este país, sobre este continente, y eso todavía sigue siendo cierto, todavía es más lo que ignoramos que lo que sabemos. Pero el conocimiento no puede salir solo de la Universidad, si la Universidad pretende producirlo, a lo mejor, es otra vez, un extravío, tiene que lograrse espacios de convergencia, de retroalimentación, en las que tiene que haber esa dinámica para reivindicar; en eso es interesante la lucha reivindicativa, pero no tanto para reclamarle al Estado que haga el favor de educarnos, porque si el Estado oye nuestros llamados y nos educa, otra vez nos perdemos. Entonces, eso es como estarle pidiendo al Estado que haga el favor de confundirlo, de administrarlo, de resolverle todos sus problemas, no, tenemos que dejar de ser administrados, tenemos que administrarnos, administrarnos cada uno de nosotros, saber administrar nuestro propio tiempo, saber administrar lo que comemos. Y puede ser muy importante saber administrar lo que comemos, porque, evidentemente allí, también hay mucha riqueza y muchas cosas por conocer y por saber. Hay cosas que se perdieron, que se han intentado rescatar: alimentos, semillas, muchas semillas que se han perdido en nombre y  por causa del desarrollo, por eso, uno de los problemas graves de la lucha por la tierra, es que en la lucha por la tierra se conquistó, pero inmediatamente movilizábamos a la gente para que el Estado viniera y con créditos y asistencia técnica y no sé cuántas cosas; claro que llegaba, claro que le brindaba esos servicios que llaman y ese era otra vez el camino para que se volviera a perder esa tierra y se perdiera la autonomía personal y la posibilidad de conocerse a sí  mismo, por qué, por qué si no perdía la tierra se volvía un esclavo del crédito y de las cosas que le enseñaban a hacer, para que se la pase toda la vida en una rutina sin fin, en la que no tiene descanso, ni posibilidad de pensar, ni de recrear, ni de participar con los vecinos, ni de preocuparse por otras cosas. Entonces esto es fundamental, el labrar a cordel, como tercera clave, en la medida en que para saber usar apropiadamente, manejar, ordenar unos territorios, valorar unos recursos, no solo hace falta una reforma agraria para que se redistribuya la tierra, se trata también de pensar en sus formas de uso y manejo, en función del florecimiento de una cultura, del florecimiento de una autonomía, que no solo tienen que reclamar los indígenas, sino todos nosotros.

Esas tres cosas, esas tres claves digo yo, que tuvieron una repercusión universal, nacieron en ese momento, se nutren de una tradición, pero así no habrían sido dichas antes, así se volvieron a decir para el momento en que se necesitaba que así fueran dichas, y así fueron llevadas a otras partes, yo pude llevarlas, por ejemplo, a una reunión en México con Orlando Fals y algunos amigos de México. Algunos indígenas del sur de México nos reunimos y contamos esta maravillosa historia de Don Juan Chiles, fue recibida con un beneplácito, con un entusiasmo impresionante, mucha gente decía que la senda de Don Juan Chiles, abría caminos para la transformación social, algunos intelectuales, muy vinculados con solidarios, podemos llamarlos, como Gustavo Esteban, escribió varios escritos sobre la sabiduría de don Juan Chiles y la sigue aplicando en Guajaca, no él pues, la gente con la que trabaja, pero yo acabo de llegar de una experiencia donde don Juan Chiles volvió otra vez a nombrar caminos, porque estábamos invitados por el pueblo Venda en el Nor Oriente del África, que es un pueblo que en alguna de sus versiones está emprendiendo un proceso de resurgimiento muy importante, fue una experiencia supremamente satisfactoria, allá habían preparado para compartir, para esa convivencia con ellos que duró como quince días, al principio cuando llegamos fue, como lo fueron la época del florecimiento de la lucha nuestra, unos recorridos, no solo para hablar con la gente, sino, sobre todo para mirar el mundo circundante, para mirar en él las huellas que ha dejado la cultura y lo hicimos así en África en el río Mutare que ellos consideran sagrado, pero esta gente en muchos de los elementos de ese río, por ejemplo, un árbol que nace después de … para ellos es un maestro ese árbol, un maestro de la constancia, un maestro del que hay que aprender muchas cosas, se lo toma como metáfora, como alegoría, pero es fundamental porque el lenguaje tiene que ganar mucha fuerza alegórica, mucha fuerza metafórica, la recreación, como dicen ahora algunos teóricos, la autopoiesis es, poiesis es poesía; por eso tan importante las poesías que compartieron ayer con nosotros, pero ese sentimiento poético, esa búsqueda de otro lenguaje es fundamental, y es el lenguaje que comunica mucho más que los lenguajes, a veces, pesados llenos de categorías y de conceptos que se vuelven prácticamente lenguajes de unos pocos, que se citan entre ellos y nadie sabe en últimas que es lo que escriben o para quien escriben, entonces eso es fundamental, esta gente recorriendo eso nos enseñó muchas cosas acerca de sus ancestros, ellos consideran que sus ancestros son las semillas, son los árboles, las plantas que han sido ancestros vivos, porque no podría existir el hombre si no hubiera evolucionado la expresión de naturaleza.

Qué pueblo hubiera podido ser lo que es, sin agua, sin naturaleza, o sin aire, o sin bosques o sin todo lo que la naturaleza le brinda. Para ellos, entonces, celebran mucho ese mundo lleno de sentido. Recibíamos el día al pie del gran árbol, símbolo de esas culturas africanas que se menciona en el Principito de Saint Exupéry, ese es un árbol maravilloso, un árbol que en las épocas de estío acoge a más de cien especies de vida que se refugian allí, al lado de ese árbol hacíamos un ritual para recibir el día que ellos llaman empate, pero cuando a nosotros nos tocaba orientar ese taller, ese ejercicio, ¿Qué hicimos? Pues, afortunadamente por alguna circunstancia, don Juan Chiles, llegó a alumbrarnos, había que desatar el Bemba, para desatar el Bemba con todos esos recorridos que habíamos hecho, entonces hicimos un mapa ancestral del pueblo Bemba, y así se dijo, es decir, lo que hay que desatar aquí es el Bemba y  el Bemba está escrito en el territorio, el territorio es como un disco duro lleno de información sobre cultura y sobre naturaleza, porque al fin y al cabo un territorio de una cultura es un producto cultural, no son solamente un espacio biofísico, y eso fue tan importante que allá también quedo don Juan Chiles como un referente, como una enseñanza. Después hablamos, porque evidentemente, también tienen problemas con los gobernantes a pesar de que ya se levantó el Apartheid, pero conocer las regulaciones del nuevo régimen y tratar por ejemplo, de luchar contra algunas formas de Apartheid que subsisten como ellos decían, el Apartheid de los grandes animales, porque los grandes animales se los llevaron a grandes parques y los quitaron de la relación inmediata que tenían con la gente, y esos grandes animales: elefantes y tigres, tienen mucho significado, no solo como tales, es decir, no solo como animales, sino que son referentes de sus linajes, de su historia y tienen que ver con las características del carácter que tienen algunos de esos clanes o linajes. Entonces, quitarles allí un elefante y mandarlo al apartheid del parque Kruger, para ellos, evidentemente, es arrebatarles una relación cotidiana fundamental para su propia existencia y para su propia vida y de labranza a cordel, sí que es cierto que fue muy importante, porque ellos están recuperando sus semillas, las semillas son el ancestro que une al hombre con la tierra, porque la semilla que los alimenta, la tierra la proporciona, las plantas la proporcionan, lo que comemos de allá viene, entonces se generan unas emociones, unas maneras de sentir y pensar que son muy interesantes para que florezca el pensamiento, de ese tipo, pues, de relación, el pensamiento se va aclarando, el pensamiento útil, porque el pensar está antecedido por el conocer y por el reconocer, uno no puede pensar sin conocer o reconocer, cuando uno solo recoge una manera de pensar, entonces también puede terminar atrapado en ella, como pasa algunas veces con el excesivo ideologismo, por ejemplo, entonces uno no coge realidades, sino coge consignas de algún partido y va repitiéndolas y va haciéndose devoto, como diciendo jaculatorias como cualquier monjita, y así no es, eso no es pensamiento, simplemente es un estribillo que en última instancia desgasta lo propio que se dice. Entonces, el pensamiento propio no es que exista de ante mano, el pensamiento propio puede nutrirse de muchas tradiciones, muchos saberes, muchas habilidades, muchos conocimientos, pero se nutre de ahí porque el pensamiento que necesitamos hoy es para hoy

Ayer vimos muchas cosas acerca de todo lo que ha transcurrido después de tantos años, y entonces, yo sentía alguna preocupación, porque en muchas de las cosas que se lograron, a veces, lo ganado parece perdido, y lo perdido parece ganado, no sé los que no estuvieron allí, pero alguno a veces piensa que el haber conquistado cierto bienestar en algunas comunidades, mínimo, de pronto es un peligro, el asunto es que es un desafío, para que realmente esa nueva práctica o ese éxito que se ha tenido relativo en algún tipo de actividad, para que no vaya eso a ser absorbido por la dinámica del mercado y del gran capital y de que todo se vuelve mercancía y que ya entonces los valores de solidaridad y de cuidado de los demás y de lo demás no importa. Todo eso habría que pensarlo con tranquilidad para que  podamos avanzar en términos de cómo entender el pensamiento propio, cómo aproximarnos a ellos, por eso yo digo que el ensayo es básico. Lo que van a leer cuando distribuya el pequeño artículo que escribí para esta reunión no vayan a pensar que eso ahí está resuelto el problema, es simplemente un ensayo, un aporte para que ustedes también lo trabajen y sirva como para alentar esta gran pregunta, este gran desafío de poder entender mejor, comprender más cómo se produce pensamiento propio, qué lo justifica, cómo se comparte y cómo debe ser usado, eso es lo que yo puedo compartir con ustedes, espero pues, su reacción, sus preguntas. Muchas gracias.

domingo, 28 de octubre de 2012

Ríos profundos, cauces revueltos: Las formas del agua en el Mundo Andino. Andrés Felipe Ospina Enciso Universidad de los Andes

XIV  Congreso de Antropología en Colombia . Universidad de Antioquia, 23-26 de octubre.
Andrés Felipe Ospina
Antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia, interesado por la antropología histórica, las sociedades
campesinas y la violencia en Colombia. Actualmente es estudiante del Doctorado en Antropología de la Universidad
de los Andes.

Imagen: encuentro de Acueductos Comunitarios. 
6 de Octubre de 2012
Universidad Cooperativa de Colombia, sede Pasto.

lunes, 22 de octubre de 2012

Taller


Mediante este ejercicio los estudiantes deberán escoger una de las lecturas propuestas y discutirlas en grupo durante las clases (25 de octubre), presentando al finalizar las horas presenciales, un informe de la discusión colectiva sobre su pertinencia con la temática del curso.

El lunes 29 de octubre deberán presentar informe escrito de forma individual sobre las lecturas.

Quedan exentos del ejercicio los estudiantes que el día 18 asistieron a clases y desarrollan el trabajo de campo.

 Primera lectura: Hombres y engranajes de Ernesto Sábato.
Páginas 37-68 Énfasis en el capítulo La Rebelión del Hombre (pp 37-45)

Segunda Lectura: El Mito y el mundo moderno

Tercera Lectura: El agua de Los Andes CAN
Todo el texto. (Es cartilla)

Cuarta lectura: Sentencia T-410 de 1993 Corte Constitucional de Colombia.
(Versión sólo para descargar)

Quinta lectura: Sentencia T-578 de 1998
(Versión sólo para descargar)

miércoles, 10 de octubre de 2012

DERECHO AMBIENTAL

DERECHO AGRARIO Y AMBIENTAL: DERECHO AMBIENTAL PRIMERA PARTE: LEER AQUÍ PRIMERA PARTE: Antecedentes y principios del derecho ambiental Los límites al crecimiento Los problemas ambientales Acuerdo intern...